Aún no sabes hablar, mas ya tu vida
para mi alma canta un hondo son:
Diariamente se empapa el corazón
de tu palabra torpe, tan querida.
Se llena el alma de tu beso, erguida
para alzarte y tenerte. Una pasión
diariamente la enciende, una canción
que nace de la vena más herida.
Y un dulce frenesí. Tu carne siento
trémula arder, rosada, tierna, pura,
mientras la mía sueña enajenada.
Oh tierra, oh desamparo, oh ciego viento
que va perdido por la noche oscura
y encuentra al fin la luz, la paz, la nada.