Al lado del pozo de la vida de Ricardo Carballo Calero

Al lado del pozo de la vida escrutas las aguas oscuras:
acechas tendiendo los oídos ansiosos a la piedra que tiras,
dura y pesada pregunta que inquieta la verdad del fondo
húmeda tierra de fango que los pies con que pisas ansían.
Al lado del pozo de la vida buscas en ella la verdad.
Pero la verdad y la vida son una, y están sobre la tierra.
Taladran, sedientos, los ojos sólo aguas y arcillas estériles.

Pasa, entre tanto: la hermosa, como una mujer en silencio.
Podrías besarla sino intentaras oírla;
a su talle han de ceñirse, han de besar sus labios
sin preguntarle su nombre, que, púdica, niega al amante,
o que, tal vez, ella ignora, la casta de la flor venturosa.
De tu pregunta hoz, en el heno se oxide y more
-harta de segar aires- que es lecho de amor para el prudente.
No rinden labios de moza más dulces las mieles del beso
porque murmullen un nombre al ruego del amante importuno.