AL OÍDO DEL LECTOR de José Asunción Silva

No fue pasión aquello,
fue una ternura vaga
lo que inspiran los niños enfermizos,
los tiempos idos y las noches pálidas.

El espíritu solo
al conmoverse canta:
cuando el amor lo agita poderoso
tiembla, medita, se recoge y calla.

Pasión hubiera sido
en verdad; estas páginas
en otro tiempo más feliz escritas
no tuvieran estrofas sino lágrimas.