Quiero advertir
que todos estos versos
son productos de un mal
que me provoca una bacteria
susceptible a la penicilina
productos finalmente irracionales
como deben de ser algunos poemarios
brotados de una mente enardecida con la fiebre
treinta y ocho y medio para mí ya es un tango
y un corazón en diálogo perpetuo con el fuego
Versos nacidos de partos complicados,
algunos prematuros
con cesáreas obligadas y uso de especiales anestesias
con profundos cortes,
sobre los que se trabaja veintiséis horas al dia
otros, versos venidos a la luz extemporáneos
con la matriz encallecida,
pero todos, hijos dolidos
respetados
consentidos de salir volando al viento
todos cercenando con certeza,
la cabeza de un silencio eyaculado
a fuerza de inhibir a la conciencia.