Ella es taciturna
como funeral de un hombre justo,
pero siempre me acoge cuando busco asilo:
en esa patria plena que es su cuerpo
y se alegra si yo toco sus pezones
como el timbre de una casaquinta solariega
Ella es taciturna
como funeral de un hombre justo,
pero siempre me acoge cuando busco asilo:
en esa patria plena que es su cuerpo
y se alegra si yo toco sus pezones
como el timbre de una casaquinta solariega