Yo sólo espero
que llegue la noche para poder dormir.
Darán las once -no es la hora
todavía
de que se acuesten los niños-.
Un poco más y podré cerrar los ojos
hasta mañana.
El día me despertará
con la misma disculpa de siempre.
Le perdonaré, sí.
**
Yo sólo deseo
que pase el tiempo y por fin llegue la muerte.
Que pase sobre mi cabeza y mi cuerpo
corriendo
hasta que pueda decir
basta, ya me has bautizado,
nada nuevo sucederá
si dejas caer sobre mí
el agua y tus bendiciones.
Sólo deseo eso.
Que pase el tiempo deprisa,
que llegue la vejez
y ya nada importe,
sólo lo que a solas en mi corazón sobreviva,
sólo lo que me acompañe hasta allí
y también allí
todo eso me abandone.