CAÑADA de José María Hinojosa

A Federico G. Lorca

Ladera
cubierta de hierba.

Arroyo
sin fondo.

Un lentisco
extiende sus ramas
en círculo.

El mirlo
se deja caer
con un vuelo rítmico
y clava su flecha negra
en un plano
verde, liso.

Retamas
de filamentos grises
erguidos.

Piedras
con moho amarillo.

Una cabra
y sus dos cabritillos
transponen el viso.

El silencio gira
buscando un ruido.