Vive leda si podrás,
y no penes atendiendo,
que según peno partiendo,
ya no espero que jamás
te veré ni me verás.
¡Oh dolorosa partida!
¡Oh triste amador que pido
licencia, que me despido
de tu vista y de mi vida!
El trabajo perderás
en haver de mí más cura:
según que mi gran tristura
ya no espero que jamás
te veré ni me verás.