Canción para la guitarra de Victoriano Crémer

Y canto para adentro
porque no tengo afueras…
Me aprieto la guitarra
y siento la madera.
Se me llenan de música
las oscuras cavernas…
Yo soy yo, limitado
por carne sorda y venas.

Si alguna vez levanto
los ojos de las cuerdas,
me siento fugitivo
de lo que vale y cuenta.

Y no me reconozco,
y me doy tanta pena
que enmudezco y me duele
la raíz de la lengua

Por eso cuento y canto
para adentro las penas:
Porque me sueno a hombre
y me duelo de veras…

Y puedo decir: Hambres,
en plural; Vida Perra;
o simplemente Amor;
y escupir a la Tierra…

Canciones que me arranco
de las furiosas piedras
del montón de la sangre
que llevo siempre a cuestas.

Palabras con sentido,
efectivas vivencias.
No, Sol, Luna, Nenúfar
o Arcángel sin Fronteras.

Me escucho y no me importa
que los demás entiendan;
me basta con sentirme
el alma en la madera.

Que canto para adentro,
porque no tengo afueras.