COLEGIALA de Ángel González

De besos y abrazos
no nacen muchachos,
pero tocan a vísperas.

Como avispas: picantes
y enojosas
enaguas blancas entre negro y negro
(y rosa y rosa muslos hacia el alba
casi azul de tus ingles),
cuando corres.

¡Aire! ¡Aire!
(El viento frío y azul la tarde).

Dicen
que te dejas besar en los portales
y abrazar la cintura.

¡Aire! ¡Aire!
Me callaré tu nombre,
pero escucha:
de besos y abrazos
no nacen muchachos,

porque no eran los míos.