No olvides armarte con una libreta de notas
y el lápiz que pacientemente domaste
en tus largos ratos de ocio;
los necesitarás en las horas vacías.
Lleva la picadura del valor
para que resuelvas las eternas noches de insomnio
y ahuyentes el miedo.
¡Y la piel! ¡ay, la piel!
cúbrete bien
las nevadas son fuertes
y el verano es muy corto
ni te darás cuenta cuando pase.
En esos terrenos nórdicos
sólo tu coraje te salvará del naufragio.
Échate encima toda la alegría del mundo
y nunca bañes con sangre el sueño de los pájaros.
Sigue tu viaje sin prisas ni descanso
hasta que puedas sentirte como el río
conocedora absoluta de despeñaderos y praderas.