¡Dichoso desear, dichosa pena,
dichosa fe, dichoso pensamiento,
dichosa tal pasión y tal tormento,
dichosa sujeción de tal cadena;
dichosa fantasía, en gloria llena,
dichoso aquel que siente lo que siento,
dichoso el obstinado sufrimiento,
dichoso mal que tanto bien ordena;
dichoso el tiempo que de vos escribo,
dichoso aquel dolor que de vos viene,
dichosa aquella fe que a vos me tira;
dichoso quien por vos vive cual vivo,
dichoso quien por vos tal ansia tiene,
felice el alma quien por vos suspira!