I
Un buen libro
es como tú.
Podría pasarme
un domingo completo
leyéndote la piel
y amanecer el lunes
con la necesidad de volver
detenidamente
a leer
desde el principio.
II
Nunca dejes tu cuerpo
sobre la madrugada
No me tiendas tu sangre
como quien deja un lienzo
al descuido en la cama
No me insinues un bosque
un cielo horizontal
Mira que soy un cuerpo
Adentro de mi ropa
unos ríos fluyendo
sin desembocadura
sin playa donde estallar
oye que ríen mis duendes
que lloran mis princesas
que he perdido la brújula
entre tanto desierto
y aunque respire el frío
que hace casa en tu bosque
y me tiendas tu sangre
como un lienzo al descuido
después de todo el llanto
no sé como llegar.