El amor es grave y el amor hastía.
El ansia del beso mató mi alegría.
El beso que espero y el beso que evoco,
ambos son dos pasos hacia la agonía;
el amor es triste, desmayado y loco.
Sólo las mujeres pueden con su carga.
Si tras la dudosa bondad de su gesto,
el hastío insomne los dedos alarga,
¿qué más que mitigue nuestra sed amarga
el amor vendido o el amor honesto?
Deseo es paloma toda ensangrentada,
de dolor gozoso vive estremecida.
Carne que al espasmo nació condenada,
la lujuria es triste, y en la boca amada
quién sabe si espera la muerte o la vida.