Llevarán ramos aquellos cuyo aguante pueda desgastar la
noche nudosa que precede y sigue al relámpago. Su palabra
recibe existencia del fruto intermitente que la propaga
dilacerándose. Son los hijos incestuosos de la cortadura y del signo,
que alzaron hasta los brocales el círculo florido de la tinaja
de la adhesión. La furia de los vientos los mantiene aún desvestidos.
Contra ellos vuela una pelusa de noche negra.
Versión de Jorge Riechmann