El es un tronco sobre el río de Pureza Canelo

El es un tronco sobre el río.
Ahí va esa roca dulce que al correr de las aguas
organiza su blandura y soledad. Ese lugar soy mirando
próxima arpillera del mundo con exquisitez
del instante que sufre miedo en la jaula hinchada.
A las doce del mediodía rozo las comas y los verbos
a salto de naturaleza verdeante bajo el sol.
No importa entonces el color del valle,
ni la travesía a despertar sedienta, que ahí
me prenderá la legitimidad del acto
que ya organiza salvación.
Más adelante vendrá el insecto no caído, a verme,
que el número no mata a nadie: si viene,
y transparenta.
Puede que os esté ocultando ahí el bien y el mal
de la temperatura, la vibración no pensada,
el vaso líquido de la materia al Cuerpo, pues del vocablo voy
a la rosa, de la mismísima suerte al adjetivo simplón,
de lo invertebrado a la insistencia de un poema
que dice de pronto: pronto a originar velocidad
de día, pronto el artículo tendrá que entenderse
con el amor y la cabeza hechos flotadores de paso…
(No oigo ruidos fláccidos en el horizonte,
pero algunas ramas quieren localizar a esta sombra
poniéndole un alto en el camino.)
Cuidado con la palabra competidora entonces,
cuidado en el arrastre y el destino de la boca
que se llena de agua dulce abierta de aquello
tan bien tronchado.
Por si acaso no deseo tomar el verso que brille,
ni el salvajismo, ni los duendes al por mayor, y parche.
Triunfo de un desasosiego es mejor, abundancia
del pensamiento y alabarderos no comparativos,
ese martillo que trotador se agranda a unas credibilidades
que en cada momento tuvieron su sustancia.
Y luego, en el castillo que se es inferior,
y aún lo que seguirá faltando, irá el lagarto antiguo
a la cruz y a la sandalia.
(Ah, tuve un día otro ritmo vertical más hermoso
que también fue socorro y desobediencia.)
Pero será mejor que brote ahora otra pasión, Amistad,
contigo, testigo de la plenitud, de la calentura
en zarza, amoratada y fija, en mis debilidades.
Así procuro que una molécula dormida silbe,
se haga cordura sufriendo suelta de brazos,
amiga de la reflexión, por terca que me apriete
en su pecho alcoholizada la reflexión misma.
Duplex, sacadme a flote de estas lagunas animales.
La poética es un nombre (vuelta a empezar) y baste.
Nada creo, pero estos campos quieren revivir
el sábado de frutas que trabajan por atender
a sus carnes.