El viento se ha quedado quieto
cabe las ramas, y me acecha
con ojos encendidos.
¿Qué me recuerda -o me recuerdas-? No
sabría adivinarlo.
Y caen las hojas
que consume la hoguera.
El viento se ha quedado quieto
cabe las ramas, y me acecha
con ojos encendidos.
¿Qué me recuerda -o me recuerdas-? No
sabría adivinarlo.
Y caen las hojas
que consume la hoguera.