Ayes, suspiros, lágrimas, pasiones,
que al pasar por el mundo sollozando,
mi existencia fugaz fuisteis llenando
de sentidas y amargas decepciones.
Dichas, sonrisas, dulces ilusiones,
horas de amor en que viví soñando,
¡cuan triste realidad estáis mirando
de mi tumba en las lóbregas regiones!…
Adiós tristes memorias de otros días
desvanecidas ya de mi memoria,
alegres, cuanto locas fantasías…
Adiós llanto y tristeza de la gloria,
mis cenizas ajadas y sombrías
espejo son de mi infeliz historia.