Grises de Constantine P. Cavafy

Mirando un ópalo casi gris
recordé unos hermosos ojos grises
que había visto hará unos veinte años…

Nos amamos un mes.
Marchó después a Esmirna, creo,
a trabajar allí y no nos vimos más.

Se habrán empañado -si vive- aquellos ojos;
ajado estará aquel rostro hermoso…

Guárdalos tú, memoria mía, como eran.
Y cuanto de mi amor puedas, memoria,
cuanto puedas, tráemelo de nuevo
esta noche.

Versión de Pedro Bádenas de la Peña