Ha entrado la noche,
la noche de los días con sus noches, la tierras
frías y los bosques muertos.
Ha entrado la noche de la carne y de los sentidos,
la noche de las tierras caídas y los cielos muertos.
A la luz del alma crece tu alma, creció mi alma;
a la luz del alma padecemos en cosas,
y tu pavor en mi pavor, y mi pavor en tu pavor,
toda tu soledad, toda mi soledad.
Ha entrado la noche:
y yo rezo en tu canto,
tu canto en la oración en la noche de los sentidos.
Tu corazón se enciende en tu esperanza;
mi corazón se enciende en mi esperanza.
En sí se gozan las lunas de sueño y los soles de paz
de tu alma y mi alma.
Asidas con tus manos lunas de amor; asidos con tus manos
soles de amor.