Hambre en la cárcel de Tirso Canales

En este mundo que promete más trigo
Que estrellas tengo hambre
Nazim Hokmet

Tía soledad, ahora recuerdo sus panecillos de oro,
Acontece que vivo de recuerdos, mi tía Soledad!
No hubo en la comarca quien pudiera imitarle su receta
Usted era una sabia, técnica del sabor, sueño del paladar
Señora de la mesa
Mi tía Soledad, enciclopedia antigua, fama de nuestra casa
Señora de la alquimia, usted hacía milagros de canela!

El padre sin cabeza
En los tiempos aquellos se creía lo que contaban del Padre sin cabeza
Personaje que andaba entre misterios de callejas oscuras
O en caserones de ciudades viejas de planta colonial
Cuyos aleros poblados de murciélagos y polvo
Contribuían a hacerle la leyenda El Padre sin Cabeza rondaba
Por las casas de aquellos niños “malos” que a escondidas
Urgaran la despensa o no dieran limosnas en la Ermita En las noches
Heladas
Cuando lanzan graznidos violentos las lechuzas
Y los lobos aullan casi desesperados él camina despacio
Cogido de los muros El Padre sin Cabeza va rezando sus cantos
Y alabanzas de sombra Los cipotes no duermen Apretados de miedo
Hacían vigilia con ganas de orinar y no salían…