The year´s garbage
R. L.
La dorada basura de los años
me ha ido acostumbrando a vivir entre sueños;
ninguna sonrisa se desvanece en mi memoria;
los ojos que una vez me miraron
incitantes o quizá sin verme
siguen fijos para siempre en mí;
una amable palabra distraída
para todo el invierno enciende un fuego;
cualquier borroso amor
que apenas si llega a ser amor
se transforma en un árbol inmenso cuyas ramas
me protegen de sol inclemente.
Piedra a piedra he construido una casa
sin puertas ni ventanas,
un jardín
del tamaño del mundo,
una celda
donde me encierro con todas las cosas que amo.
Algunas noches salgo,
bien protegido el corazón,
en busca del botín: un pretexto,
un mínimo pretexto adolescente,
para seguir soñando.
Y esta mañana
al despertar
atónito compruebo
que sigues sonriendo entre mis brazos.
Tú no eres un sueño; estoy perdido.