La casa de Yves Tanguy
Donde se entra sólo de noche
Con la lámpara-tempestad
Afuera el país transparente
Un adivino en su elemento
Con la lámpara-tempestad
Con el aserradero tan laborioso que ya no se lo ve
Y la tela estampada del cielo
-Vamos, lo sobrenatural al suelo
Con la lámpara-tempestad
Con el aserradero tan laborioso que ya no se lo ve
Con todas las estrellas del infierno
Hecha de lazos y jambajes
Color de cangrejo en el oleaje
Con la lámpara-tempestad
Con el aserradero tan laborioso que ya no se lo ve
Con todas las estrellas del infierno
Con los tranvías delirantes retenidos sólo por sus cables
El espacio encadenado, el tiempo disminuido
Ariana en su aposento-cofrecillo
Con la lámpara-tempestad
Con el aserradero tan laborioso que ya no se lo ve
Con todas las estrellas del infierno
Con los tranvías delirantes retenidos sólo por sus cables
Con las crines sin fin del argonauta
El servicio está a cargo de falenas
Que se cubren los ojos con telas
Con la lámpara-tempestad
Con el aserradero tan laborioso que ya no se lo ve
Con todas las estrellas del infierno
Con los tranvías delirantes retenidos sólo por sus cables
Con las crines sin fin del argonauta
Con el moblaje fulgurante del desierto
Allí Se mata allí se cura
Y sin tapujos se conspira
Con la lámpara-tempestad
Con el aserradero tan laborioso que ya no se lo ve
Con todas las estrellas del infierno
Con los tranvías delirantes retenidos sólo por sus cables
Con las crines sin fin del argonauta
Con el moblaje fulgurante del desierto
Con las señales que intercambian los amantes desde lejos
Ésa es la casa de Yves Tanguy.
De «Poèmes»
Versión de Aldo Pellegrini