Canta en la punta del pino
un pájaro detenido,
trémulo, sobre su trino. 
Se yergue, flecha, en la rama,
se desvanece entre alas
y en música se derrama. 
El pájaro es una astilla
que canta y se quema viva
en una nota amarilla. 
Alzo los ojos: no hay nada.
Silencio sobre la rama,
sobre la rama quebrada.