Hay que defender la paz a todo trance
y trenzar trazos de versos,
que aniden en la verdad y bondad.
Para de la verdad beber y vivir,
esta receta:
escucha y no escarches,
observa y no reserves,
ama y no llames, ¡ama!.
Las guerras son inútiles,
generan odios y adioses.
Lo esencial es estar bien
consigo mismo
para estar bien con los demás,
y declarar al enemigo amigo.