Nació en mí, de mis sentimientos,
de mi felicidad o de mis tormentos,
como nace el pájaro, como nace la flor,
como nace el odio o como nace el amor.
Surgió así tan instantánea, tan de repente,
al meditar las cosas que pasan por mi mente,
quizá el pensar alguna idea loca
se apresuró a surgir, hasta llegar a mi boca.
El sabor que tenía era entre dulce y salada,
mas no emergió sola, muy pronto acompañada
de otras, que parecían dirigir una cascada
que brotaron de mis ojos, sin decirme nada.
Lágrima de amor, lágrima de alegría,
lágrima de tristeza o de melancolía,
si no estuvieras conmigo, mi alma gritaría
pues eres desahogo para esta vida mía.