Una mano traza la palabra pájaro,
La otra escribe su jaula.
Juan Manuel Roca
Cinco lápices en cada una, para empezar. Vidente que lee sus resonancias y sus dobles anillos enmudece. No quieras transformarlos navajas o tijeras: piel o nostalgia, cuando mucho. Dije: dos puños, dos banderas, dos almas de alto joder. Digo: casas, vigías en la blandura de tu cuello, duendes en marcha sobre la superficie del amor. Leen el fuego las manos. Manos de hielo, manos de metal, manos que parecen pies. Hay manos que rubrican la noche con sus garfios. La palma de una mano es un libro dactilar: salterio el corazón, la llanura de Marte. Rimo: fortín del solo, hermanas y engranes. Dirimo: ramas sensoras, zonas diagramáticas, monte de la luna, libro de las respuestas.