Le he puesto una rosa fresca de Juan Ramón Jiménez

Le he puesto una rosa fresca
a la flauta melancólica;
cuando cante, cantará
con música y con aroma.

Tendrá una voz de mujer,
vacilante, arrolladora,
plata con llanto y sonrisa,
miel de mirada y de boca.

-Y será cual si unos finos
dedos jugasen con sombra
por los leves agujeros
de la caña melodiosa-.

¡Tonada que no sé yo,
oída una tarde en la fronda;
tonada que fui a coger
y que huía entre las hojas.

Para ver si no se iba,
la engañé con una rosa:
cuando llore, llorará
con música y con aroma.