En aquel tiempo el Galileo entraba en su burro
A la historia de los grandes pensadores,
Mientras Calígula pensaba convertir a su corcel en Cónsul.
Después el pensamiento anduvo sobre ruedas,
Llevándose de encuentro a otros cristos,
A las brujas inventoras de kábalas y sortilegios contra malos pensamientos,
A los descubridores de la fórmula libertad, igualdad y fraternidad,
A los independentistas que no pensaron en que el tiro les iba a salir por la culata,
A los seguidores del Tío Carlos
Y a tantos otros que pensaban que la luna no era queso
Ni la dignidad un estropajo para mantener botas pulidas.
Para gozar la libertad de pensamiento
No deberás pensar en la libertad;
Debes pensar en la bandera y el himno nacionales,
En la estatua de la libertad
Y que en el paraíso hay graneros suficientes
Para mantenerte después.
Debes pensar seriamente en que tus hijos no piensen mucho,
En que si nada tienes nada puedes perder,
En que si no tienes empleo te sobra tiempo para pensar,
En que el tiempo pasa indefectiblemente
Y en que después de muerto ya no pensarás.
En lo demás no pienses.
No te corresponde.
Profundos pensadores elaboraron
Una Constitución Política
Para asegurar sus destinos en su patria.