LOS DÍAS SIN SOL de Manuel Machado

A M. Leo Rouanet

El lobo blanco del invierno,
el lobo blanco viene,
con los feroces ojos inyectados
en sangre helada, fijos y crueles.
¡Maldito lobo invierno, que te llevas
los viejos y los débiles!

¡Reunámonos, que todos
tengan una familia,
un libro y fuego alegre!

Y mientras, fuera, el hacha
el tronco seco hiende,
que será rojo en el hogar, cerremos
la puerta y el balcón… ¡Dios no nos quiere!

¡Tregua! Seamos amigos…
La tibia paz entre nosotros reine
en torno de la lámpara, que esparce
la tranquila poesía del presente.

Y tú, mi amada, cuyos rojos labios
son ya la sola flor, dámelos…, ¡quiéreme!…

¡Que el lobo blanco del invierno
el lobo blanco viene!