Los jacintos de Salvador Espriu

Sentir tan sólo, conocer de cada cosa
el nombre sencillo, el simple nombre, caricia
cual la de abril sobre las nuevas hojas,
mientras la luz de lluvia de la tarde
se aleja poco a poco con los jacintos.
Claro momento de la flor, reflejada,
muy escondida, última
belleza de unas flores en mis ojos.
Después, por el aire, apenas
frágil recuerdo, más allá del intenso verde
de la hierba que moja esta lluvia lenta.

Versión de José Batlló