Corté en tu sangre un trébol de cuatro hojas
y desleí un lucero en tus cabellos.
Por ti dejé mi reino tenebroso.
Por ti me fui a la guerra y con tu cifra,
y una ráfaga azul sobre la frente
entrando en el futuro como el viento
a conquistar la luz y una sortija.
( El día como un leopardo en una red
de flores y relámpagos me vio ).
Por ti me fui a libertar el agua
para hacer en la alcoba un surtidor
y fundar en tu pecho una campana.
Por ti me fui cantando y suspirando
a cortar una rama
del mirto amanecido en la ventana.
Mi corazón te sigue como un león,
como un perro o el cielo, un río. el sol…
como camina, absorta, la esperanza.