Mundo mineral de Mercedes Durand

La tierra se vistió de profetisa
Y alzando al infinito la mirada,
Cavó en su corazón la codiciada
Criatura mineral de pétrea risa.

En cobre condensó la luz rojiza
Que nace jugueteando en la alborada;
En hierro la pupila fatigada
Del día que entre lluvias agoniza.

Del sol canicular cortó un retazo
Cubriendo la desnuda piel del oro
Y dando eterna luz a su regazo.

¡El verbo mineral lanzó a los vientos
La fe del inorgánico tesoro
En dioses de telúricos acentos!