Para Andrés Romero, cuando sea mayor
Niño sin sombra, Andrés,
desmigada sonrisa,
cuerpo de junco tierno todavía.
Que la vida te lleve por caminos agrestes
no por sendas baldías.
Que un pájaro de arena
aleje la ceniza,
el vaivén de columpios monocordes.
Niño sin sombra, Andrés,
¿dónde duerme la noche?
una niña Marina te acunará en los parques,
mientras otra Lucía te posará en silencio
sus párpados de cobre.