(Scherzo Serloso)
I
Tiro los dados en el azul tapete de la noche
para jugar el albur supremo!
Juego mi vida!
La llevo perdida
sin remedio…!
Bien poco valía!
II
Juego mi vida contra una sonrisa de Venus Cipriota
hembra madura, parpadeante en acecho del primer cupido;
o contra la Osa Mayor
que ha de bailar en las ferias al són del adufe;
o contra el anillo de latón de Saturno, viejo verde,
taimado prestamista, insigne usurero;
o contra el rebaño de las Pléyades,
-vírgenes necias, capretinas locas-.
Juego mi vida contra la Cruz del Sur,
condecoración barata,
o contra un guiñar de ojos de Urano,
andrógino, equívoco planeta, ebrio Narciso;
o contra el diablo Aigoi,
veleta de Perseo, ágil funámbulo;
o contra la farola pintarrajeada
de Sirio, trovador nocharniego;
o contra el Cinto de Orión que apresa los flancos voluptuosos
de la Noche: febril sacerdotisa de los ritos secretos,
de las íntimas lides;
o contra un beso frío de la Luna
ofélida!
Tiro los dados en la azul alcatifa de la noche
para jugar el albur supremo!
Juego mi vida!
Bien poco valía!
La llevo perdida
sin remedio!
III
Para la burla de Venus Veleta
mi corazón es el premio;
y mi sonrisa -flor de indiferencia-.
Para las fechas del Sagitario
el amplio pecho,
y mi sonrisa -flor de cansancio-.
Para Scorpio
traicionero,
mis zancajos, y mi risa sin odio.
Para Shylock y su balanza,
mi carne, que es el precio,
y mi sangre -adehala.
Y para Zoilo y Compañía
-en el estuche del silencio-
la flor de la sonrisa.
Juego mi vida!
Bien poco valía!
La llevo perdida
sin remedio!
Juego mi vida, oh Noche, contra el abrazo perenne
de tu cuerpo moreno y felino, fogoso
o hecho ascuas de nieve!
Contra tu abrazo, oh Noche, Oh Sheherazada!
oh tú, Sacerdotisa de las íntimas lides,
de los ritos secretos!
Me extenúen tus besos profundos!
Me extinga entre tus brazos de terciopelo!
En tu seno aromoso me sepulte!
y naufrague en tus ojos de sombra y de lascivia y de misterio!