Número trece de Pablo García Casado

te despiertas miras la hora vas a la cocina
bebes agua te quedas sentada escuchando
el motor del frigorífico por el patio interior

los hijos de la vecina juegan a destrozarse
los oídos estás sola y te acude una inquietud
propia de domingos con resaca un nerviosismo

de condones rotos