¡Oh, terremoto mental!
Yo sentí un día en mi cráneo
como el caer subitáneo
de una Babel de cristal.
De Pascal miré el abismo,
y vi lo que pudo ver
cuando sintió Baudelaire
el ala del idiotismo.
Hay, no obstante, que ser fuerte;
pasar todo precipicio
y ser vencedor del Vicio
de la Locura y la Muerte.