Madre, que portas al Hijo, ¡Madre!
Nos descubrimos ante Vos, reina de la Vida.
Todo el pueblo de Granada está contigo.
Contigo y con los versos poblados de Evangelio.
¡Tú eres la llena de poesía!
El verso más níveo y el universo más nieve.
La rosa más rocío y el rosal más enrojado.
El jardín siempre vivo y la Vida en la vida.
Madre, que portas al Hijo, ¡Madre!
Nos arrodillamos ante Vos, reina de la Luz.
Desde tu inmaculado y purísimo manto
descúbrenos la gracia del cielo
y danos la paz en donación,
ante el diluviar de tormentas y tormentos.
Madre, que portas al Hijo, ¡Madre!
Nos postramos ante Vos, reina del Amor.
En silencio y soledad pedimos tu amparo
y acogida, porque cada noche
es más difícil amanecer en la tierra.
Madre, que portas al Hijo, ¡Madre!
Virgen de las Angustias, la que siempre mora
sin demora en la Carrera, Virgen fraterna
y fecunda, protectora de Granada,
redímenos el desconsuelo de no hallar
consuelo y remédianos el cansancio
a tantos desalientos, con granadas de aliento.
Madre, que portas al Hijo, ¡Madre!
¡Oh Madre del Verso que habitas en Granada!,
no descuides estas cuitas,
y cuídanos a pesar de los pesares,
del peso de violencias y del poso de vicios,
que amasamos y manoseamos;
tú que haces próximo a nosotros
el amor tan eterno como tierno
de tu Hijo Resucitado, Salvador nuestro,
alcánzanos ser dignos de Dios y a Dios llegar.
Amén. ¡Jesús!