Este otoño que en ser galante insiste,
este otoño angustiado de promesas,
quiere alegrarse y sin embargo es triste
y me engaña otra vez cuando me besas.
Este otoño es cruel, verja florida,
por dentro es sombra, vencimiento, nada.
Su última rosa morirá afligida,
si no tiene el calor de tu mirada.
Y pues yo soy otoño, ven y toca
mi frente mustia, mi canción doliente;
tú, primavera y besos en mi boca;
yo, madrigal; yo, rosas en tu frente.
Otoño, ya llegaste, y me venciste
con tus anacreónticas promesas.
Otoño soy también, otoño triste,
pero menos otoño si me besas…