Amor, amante, amado, yo te digo
con letras rojas toda mi alegría,
por ti la pena entera gozaría,
sin ti la dicha fuérame castigo.
Amor, amante, amado. Me enemigo,
si el amor me retira compañía,
porque sin ti la vida es ironía
y lenta muerte que en afán persigo.
Árbol de mi costumbre y mi linaje,
dueño de mi ciudad y mi vereda,
ángel de acero, júbilo del viaje,
recuerdo de mi cuerpo, limpia seda.
Todo ésto y más en íntimo paisaje,
que lo que sigue es polvo y humareda.