Encendida la piel es recuerdo encadenado
a la rosa de los vientos del destino
armado con espadas de verdades.
Los golpes de la lluvia en el acero
entretejen la memoria de la niebla.
Soy guerrera antigua
sobreviviente de ciclones y tragedias
coleccioné armaduras y quebrantos
bajo el sol destructor de días pasados
seguí los pasos ancestrales
he cantado hazañas y derrotas
conocí el final de este camino
sembrado con espinas y plegarias
en ciertos días de sombra y soledad
una mano de luz me ha sostenido
con la más brutal de las piedades.
Coda:
(arde la cera consagrada
en el altar de los destinos)