(Partir de Brecht)
«Qué mundo es aquel
en el que hablar de poesía
es ofender a la sociedad.»
El mundo este. Y nadie, en esta traducción
de lo que éramos que somos, se ofende.
Están indiferentes, no son. O no están,
trabajando para nada o poco, en el ajo.
A destajo se les cura la herida del trabajo.
El dichoso hueco, reacio, carece de interés.