Quejosas, Dorotea, están las flores de Lope de Vega

Quejosas, Dorotea, están las flores,
que las colores las habéis hurtado;
y la frígida nieve se ha quejado
de que mayores son vuestros rigores.

Quejoso está el amor, que los amores
se han remitido a vuestro pecho helado,
y el sol, que en vuestros ojos abrasado
desprecia los laureles vencedores.

Quejosa está de vos naturaleza
por vuestra condición áspera y dura,
que para humana os dio tanta belleza.

O menos perfección o más blandura;
que, a presumir de vos tanta dureza,
¿cómo os pudiera dar tanta hermosura?