¿Quién anda ahí,
verso sin terminar entre mis versos,
desatendido sueño,
silencio de las luces y las puertas?
¿Quién anda ahí,
después de haberse ido, persistiendo
con ojos de batalla,
bajo la sombra muerta de las llaves?
¿Quién anda ahí,
viniendo sin venir, deshabitando
el tono de su voz,
la cuenta inacabada de los pasos?
En esos mismos labios que han hecho las maletas,
yo buscaba los héroes del destino.
Vinieron una tarde por llevarte con ellos,
y comprendí que nada se comprende.