Aquel camino, desde la montaña,
con la hemorragia larga
de su barro,
baja,
poquito a poco,
hasta la botica aldeana.
El camino, después ¿o el río?,
ya detrás de las casas
y ya envuelto
en blancas
vendas lúcidas.
El caminito, en la mañana.
Aquel camino, desde la montaña,
con la hemorragia larga
de su barro,
baja,
poquito a poco,
hasta la botica aldeana.
El camino, después ¿o el río?,
ya detrás de las casas
y ya envuelto
en blancas
vendas lúcidas.
El caminito, en la mañana.