Tu beso dentro de mi beso,
ágil amor, como el viejo
de la mar que desespera
la llave confusa con que le aprietan
los brazos interrogantes.
Miel o tabaco, .ginebra o sal,
áspero limón limpio,
o la última fruta interna
de carne, dentro del jardín cerrado
donde se entra sin renombre
(empresa toda furtiva:
delicia no quiere proclamarse).
¿Cuál es el gusto de tu beso?
Y ahora, amor, este tu beso
(otra leyenda) se me muda
hasta la raíz de la naturaleza.
Tiembla, me olvida, el dulce
tacto se me escurre impaciente
y una risa, gozo inquieto,
brota profuso y rebrota.
y me echa ramas dentro de la boca:
fresco amargor de laurel,
verde rumor aéreo.
Déjame reír a mí, amor.
Cuento en toda partida
y me sé la ganancia, ¿y qué haría
de una juventud mía?
La tuya es la que me vale.
Compadecido de sí mismo,
hace de mal mudar mi beso.
Cambia, que ruedo contigo
y es mía toda tirada de tu dado.