Escucha, amor,
¡viene la muerte avisando!
Oye entre las duras piedras
su rumor.
Viene la muerte al galope
silenciosa y embozada.
Calla y en tu corazón
escucharás sus pisadas.
Viene la muerte enredando
en su lanza desalmada
todo lo que va topando.
Viene enredada en la flor,
viene en el sol dominguero.
Calla, amor, calla y escucha,
pues ha hecho nido en mi pecho.
¡Y tus besos derramados,
y tu alma malqueriendo,
y en tu mirada distante
toda la vida latiendo!
Viene la muerte cantando,
viene la muerte avisando:
Oye, amor cruel e inconstante
su rumor.
«Círculo y Ceniza»