Si, ansí como de nuestro mal se canta
en esta verdadera, clara historia,
se oyera de cristianos la victoria,
¡cuál fuera el fruto d’esta rica planta!
Ansí cual es, al cielo se levanta
y es digna de inmortal, larga memoria,
pues, libre de algún vicio y baja escoria,
al alto ingenio admira, al bajo espanta.
Verdad, orden, estilo claro y llano
cual a perfecto historiador conviene,
en esta breve summa está cifrado.
¡Felice ingenio, venturosa mano,
que, entre pesados yerros apretado,
tal arte y tal virtud en sí contiene!