El mal en mí ha hecho su cimiento
y sobre él de tal arte ha labrado
que amuestra bien la obra estar determinado
de querer para siempre este aposiento;
Trátame de manera que a mil habría muerto,
mas yo para más mal estoy guardado;
estó ya tal que todos me han dejado
sino el dolor que en sí me tiene vuelto.
Ya todo mi ser se ha vuelto en dolor
y ansí para siempre ha de turar,
pues la muerte no viene a quien no es vivo;
en tanto mal, turar es el mayor,
y el mayor bien que tengo es siempre llorar:
¡pensad cuál será el mal do el bien es el que digo!