Sordomuda
yo cargo las valijas, yo compro los boletos,
y soy tu catador, el señor de las flores,
tu pareja de baile en el salón Colonia de México D.F.
Yo soy tu lazarillo y te compro historietas y soy
tu guitarrista, el chofer de tu almohada,
a veces el jinete, a veces el caballo.
Mudita de mi alma yo te elijo perfumes y te
exhibo como el Príncipe Orsini al luchador
Jacob, «La Bestia», en un cine mugriento.
Y soy el del retrato, tu instructor, tu pupilo, el
cara de payaso, un pasajero en tu sudor
apenas, Sordomuda, el que reza en tu
cuerpo.